Hay muy pocas prendas de ropa que puedan presumir de tanto éxito y popularidad global como el pantalón vaquero. Se trata de un estilo de pantalón que se vende en todo el mundo y que ha dado un estilo uniforme a la juventud global, aunque es cierto que no solo de vaqueros vive el hombre, o la mujer, la prenda es una de las favoritas de muchos y no hay armario que se precie donde no podamos encontrar al menos un par de estos pantalones, en distintos estilos. Porque otra de las grandes ventajas del vaquero es que se ha adaptado a la moda y es una prenda tan versátil que puede combinar con todo.

Si vamos por la calle de cualquier ciudad un día cualquiera seguro que nos cruzaremos con muchísimas personas que vistan esta prenda. Tanto hombres como mujeres, porque entre ellas el pantalón vaquero también ha logrado una gran popularidad, y aunque en el caso de la moda femenina va muchas veces por rachas, es cierto que ahora se está viviendo una nueva edad de oro para el pantalón vaquero, una prenda que siempre vuelve, porque en realidad jamás se ha ido. Si quieres conocer más sobre su historia, solo sigue leyendo lo que hemos preparado para ti.

El origen y evolución de los vaqueros

Es realmente increíble como una prenda que fue concebida con un ánimo tan distinto ha terminado en los armarios de adolescentes, jóvenes y no tan jóvenes de todo el mundo. El origen de esta prenda se encuentra en Estados Unidos, a donde emigró un joven llamado Levi Strauss desde su Alemania natal para trabajar en la compañía familiar de venta de telas. Hablamos de las últimas décadas del siglo XIX, donde el trabajo seguía siendo muy físico en aquel país, especialmente en pueblos donde la minería y el trabajo en el campo eran muy habituales.

Strauss se asoció con Jacob Davis, uno de sus mejores compradores, para idear una curiosa patente que tenía como fin último reforzar ciertas zonas de las prendas a través de remaches de cobre. Eran las zonas donde normalmente se rompía el pantalón, ya fueran los bolsillos o la parte trasera, así como la delantera en la cintura. La patente les permitió comenzar a trabajar con prendas de todo tipo y así surgió la idea del pantalón remachado, creado con una tela tipo jean que se obtuvo de Nimes (Francia), por la durabilidad del material y su adaptabilidad a sus propósitos.

Jacob Davis y Levi Strauss: sus creadores

Strauss era simplemente un vendedor de telas radicado desde hacía años en San Francisco, cuando recibió la oferta de Davis, uno de sus mejores clientes, que siempre compraba mucha tela en Strauss & Co. La idea de Davis le pareció cuanto menos interesante, y ambos registraron una patente en 1873, y pronto comenzaron a fabricar los primeros pantalones con remaches, creados además con esa tela de mezclilla tan especial que ya se utilizaba en muchas prendas en Italia y Francia, y que era conocida como jean, que quiere decir vaquero en inglés.

Tal vez la popularización de esta prenda por parte de muchos hombres en el Oeste Americano le dio definitivamente ese calificativo. El caso es que el pantalón vaquero comenzó a venderse bastante bien, aunque solo entre ese público, trabajadores que pasaban muchas horas en el campo y en las fábricas y necesitaban un atuendo cómodo pero duradero. No sería hasta casi un siglo después cuando el pantalón vaquero vivió su verdadera etapa dorada, gracias a que la estética greaser lo puso de moda durante los años 50. Los jeans entraron en la vida de los jóvenes y ya no volvieron a salir desde entonces.

Proceso de fabricación de la prenda

En este siglo y medio la prenda ha evolucionado y su fabricación también, claro está, pero sigue siendo muy similar a como ya lo era en aquel momento. Es algo relativamente sencillo, porque se trata de un pantalón hecho de tela de algodón o mezclilla, que va remachado en ciertos lugares clave, como los bolsillos o la parte delante y trasera en la cintura, para permitir una mayor durabilidad y fortaleza, algo que va también en el propio tejido. El diseño era bastante holgado antiguamente, algo que también ha ido cambiando, porque ahora los pantalones suelen ser más ceñidos.

Una de las claves en el proceso de fabricación de la prenda era la coloración de la tela para conseguir ese azul vaquero tan característico. Originalmente se realizaba con un tinte natural de color índigo, aunque ahora el tinte que suele utilizarse es sintético. El color azul, en todas sus variables, sigue siendo el más habitual en esta prenda, pero también encontramos vaqueros blancos, negros, verdes o rojos a estas alturas, para poder combinar mejor con todo tipo de prendas y colores. Sin embargo, los azules siguen siendo los reyes y son los que más se ven en la calle.

Hollywood y la popularidad de los jeans

La verdadera fama de los vaqueros llegó ya en los años 50, cuando los jóvenes comenzaron a enfundárselos como prenda propia, alejada ya de sus inicios como prenda de labor en las fábricas y en los campos. Los vaqueros se convirtieron en la prenda juvenil por antonomasia, la que llevaban los jóvenes greasers, de estética rockera, como tan bien representaba la mítica película Grease con John Travolta y Olivia Newton-John. Anteriormente, en los años 20 y 30, los clásicos de la primera etapa del western ya vestían esta prenda, que se convirtió pronto en todo un éxito.

Y así ha sido desde entonces, manteniéndose como uno de los favoritos para jóvenes y no tan jóvenes, para todos los que necesitaban una prenda inferior con la que combinar casi cualquier cosa. Y es que hoy en día podemos llevar los vaqueros con camisas o camisetas, con polos o con cazadoras, con jerséis y chalecos… Cualquier alternativa se presta a ser adaptada al estilo jean que arrasa en todo el mundo y que parece que no va a pasar jamás de moda.