Son una de las peores pesadillas de muchas chicas, por el efecto tan horroroso que producen en nuestro rostro. Las ojeras son esa carga pesada que una debe llevar de vez en cuando, especialmente cuando peor lo está pasando, y que denotará a los demás que no está en su mejor momento. Esas bolsas negras bajo los ojos son una alarma ineludible de que nuestro sueño no va bien, de que hay demasiado estrés en nuestra vida, y por más que intentemos maquillarlas, al final siempre se acaban notando. Son una maldición, claro está, pero también podemos tomarla como una advertencia de que debemos cambiar nuestro modo de vida para descansar mejor y así evitar que aparezcan, y de paso, quitarnos también un peso de encima en lo que al estrés y a la ansiedad se refiere.

El problema de las ojeras también puede ser hereditario, y será casi peor porque tendremos que esforzarnos aún más en disimularlas constantemente. Si se producen por el simple estrés o por una temporada de mal sueño, siempre podemos utilizar el maquillaje y otros remedios para prevenirlas o taparlas, toda vez que ya hayan aparecido. Existen multitud de tratamientos cosméticos que están especialmente pensados para evitar las ojeras y luchar contra ellas, pero como pasa con todo este tipo de tratamientos, también tienen su propia versión natural y casera, que podemos llevar a cabo de una manera más sencilla y económica, como vamos a mostrar a continuación, con remedios naturales que nos ayudarán a evitar la expansión de esas dichosas ojeras.

¿Por qué surgen las ojeras?

Técnicamente existen dos tipos diferenciados de ojeras. Se pueden producir por pura transmisión genética, es decir, hereditaria, y llegados a cierto punto, tendremos que “luchar” contra ellas con todo lo que tenemos. El maquillaje suele ser la mejor opción para esto, ya que las ojeras hereditarias no se van a ir del todo jamás, por más que sigamos los consejos que vamos a dar a continuación. Sin embargo, para la mayoría de las personas que las sufren, estas ojeras aparecen precisamente en momentos determinados y concretos, cuando tenemos un descanso peor, cuando no dormimos bien por el estrés, por la ansiedad y por otros factores que hacen que se produzcan esas bolsas negras debajo de los ojos, que tan mal se ven.

Esto se da por una simple cuestión biológica, y es que al dormir peor y al sufrir de ese estrés y esa ansiedad, la sangre dilata los vasos de esa zona debajo de nuestros ojos, haciendo que la piel se oscurezca aún más, lo que hace que contraste con el resto de la piel del rostro y su color. Esa dilatación delos vasos sanguíneos de la zona hace que la parte de debajo de los ojos se convierta en algo así como una bolsa cada vez más oscura, que otorga a nuestro rostro un aspecto demacrado y poco recomendable, como si estuviera más hundido. Por fortuna, siempre hay remedios para este tipo de problemas, no solo caros y en farmacias, sino también caseros, que cualquiera puede preparar en casa para aliviar el efecto de esas ojeras.

Remedios naturales para quitar las ojeras

Desde hace siglos, el problema de las ojeras ha estado presenta en la vida de muchas personas. Y tal vez antes no se le daba tanta importancia a la imagen, al menos fuera de las cortes, pero es cierto que existen remedios que ya vienen de hace mucho tiempo y que son  una alternativa perfecta para quitarnos de encima todo ese peso y esa oscuridad de esa zona del rostro. A veces aparecen por un adelgazamiento rápido de la piel, y en otras las alergias también tienen mucho que ver, pero como ya hemos visto anteriormente, son el estrés, la ansiedad y la falta de un buen sueño reparador lo que las provoca en la mayoría de ocasiones. Así que el mejor remedio natural para evitar que aparezcan, o para hacerlas desaparecer cuando antes, es tratar de descansar lo mejor posible, tal vez tomando una infusión relajante antes de dormir.

Precisamente las bolsas de té verde pueden ser también una solución natural perfecta para este tipo de problema, colocándolas sobre nuestros ojos, después de haberlas hervido y enfriado, para que rebajen la hinchazón de la dilatación de los vasos sanguíneos. Es lo mismo que ocurre con las rodajas de pepino, por ejemplo, que incluyen ese mismo efecto sobre nuestra piel, mejorando su aspecto. Un poco de leche fría puesta en las ojeras a través de un algodón también facilitará mucho la desaparición natural de las ojeras, o al menos, las maquilará un poco. Con todos estos procesos naturales, lo que se busca es que el efecto de las ojeras no sea tan evidente, sin tener que recurrir a los cosméticos habituales.

La importancia de un buen descanso

Podemos echar mano de esos remedios naturales y también de los cosméticos habituales de las tiendas, pero el mejor consejo para evitar la aparición de las ojeras, o hacerlas desaparecer lo antes posible, es descansar adecuadamente. Si dormimos bien, lo más probable es que las ojeras acaben desapareciendo o haciéndose mucho menos notorias. De hecho, para la mayoría de personas este problema solo se produce cuando se tiene una temporada de mal sueño y estrés acumulado. Si ya tenemos problemas de sueño, podemos intentar aplacarlos con manzanilla, para relajarnos y dormir mejor, o intentar hacer ejercicio unas horas antes, para llegar más cansadas a ese momento y caer rendidas en la cama.

Maquillaje para ojeras

Por supuesto, si todos los remedios naturales no tienen éxito y el sueño tampoco mejora, lo más probable es que el problema de las ojeras no desaparezca, sino que vaya a más. Por ello es recomendable también, en esos casos extremos, utilizar un maquillaje específico para ojeras, que consiste básicamente en dos tipos de cosméticos. Por un lado tenemos las cremas que ayudan a rebajar la dilatación de los ojos, y que se pueden poner cada día antes de dormir, para prevenir el problema. Y por otro, también está el maquillaje especial antiojeras, que nos permite cubrir toda esa zona para igualarla al resto del cuerpo con una base de maquillaje habitual. Suelen ser mascarillas que ayudan a igualar todo el maquillaje para hacer que las ojeras resalten menos, y también contornos de ojos que nos permiten equilibrar mucho más el color del rostro.