La enorme cantidad de nutrientes, vitaminas y minerales que consumimos a lo largo de nuestra vida, a través de las dietas habituales, muchas veces nos pasa desapercibida porque no nos interesamos a fondo por saber exactamente que estamos ingiriendo. Simplemente sabemos que tal o cual alimento es bueno para la salud, precisamente porque nos aporta muchos nutrientes, por ejemplo, pero en la mayoría de casos no sabemos discernir cuáles son ni cómo nos benefician realmente. Solo cuando nos ponemos a estudiar a fondo todo lo que tiene que ver con este tipo de aportes encontramos esa información y somos capaces de entender porque unos alimentos son muy recomendados mientras otros se quedan algo más apartados, precisamente debido a su nulo aporte vitamínico, por ejemplo. Existen multitud de minerales que son imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo, y su importancia en la alimentación cada vez es mayor.
El magnesio, por ejemplo, se ha hecho bastante popular en los últimos tiempos. Es curioso porque este mineral siempre ha estado presente en nuestra alimentación, en muchos de los alimentos que tomamos desde hace décadas, pero pareciera que solo ahora se le da el lugar que le corresponde, tal vez por moda, más que por otra cosa. En momentos concretos, uno de estos minerales destaca sobre el resto y ya solo encontramos artículos sobre ellos, hablándonos de sus bondades y exponiéndolos como la auténtica solución para obtener una alimentación sana y equilibrada. Y sin llegar a ser ese remedio milagroso que muchos parecen querer vender, el magnesio sí que posee muchos beneficios para nuestro cuerpo, y su aporte es imprescindible para el buen funcionamiento del organismo, como vamos a comprobar a continuación, exponiendo todo lo que este mineral puede hacer por nosotros y aclarando qué cantidad es aconsejable tomar, ya que muchos, al saber de sus beneficios, optan por “potenciarlos” con suplementos, algo que no siempre es tan positivo.
Qué es el magnesio y para qué sirve
El magnesio es un mineral que resulta indispensable para el buen funcionamiento del cuerpo humano, ya que lleva a cabo diferentes funciones que son imprescindibles para nuestro organismo. Está presente en la síntesis de proteínas, y también en la de aminoácidos, regulando así mismo los niveles de potasio y calcio en el cuerpo, algo que se denota sobre todo en la estructura ósea, donde se encuentra la mayoría de magnesio que tenemos en nuestro cuerpo. Este mineral también interviene en las transmisiones nerviosas, aunque su principal función tiene que ver con la de mejorar y potenciar nuestro metabolismo, ya que interviene en prácticamente todas las reacciones que tienen que ver con este proceso en nuestro cuerpo.
Beneficios nutricionales del magnesio
Como hemos comprobado, el magnesio es uno de esos nutrientes imprescindibles que nuestro cuerpo necesita sí o sí para poder llevar a cabo sus funciones de una manera correcta. Puesto que es imposible tener buena salud sin un buen nivel de magnesio en nuestro organismo, este mineral siempre ha estado presente, de forma natural, en nuestra alimentación, y sus beneficios solo se han descubierto cuando la alimentación era bastante deficiente y se ha encontrado un déficit grande de este mineral. Por tanto, una alimentación equilibrada ya nos aportará el magnesio necesario para nuestro organismo, pero siempre podemos ir un poco más allá, añadiendo algunos alimentos que lo contengan para potenciar sus beneficios nutricionales y terapéuticos, que también los tiene.
El magnesio sirve para equilibrar nuestro metabolismo, lo que nos facilitará mucho el llevar una buena digestión o sacar el máximo provecho a todos los alimentos que ingerimos, consiguiendo sus nutrientes y minerales. Es un remedio perfecto contra la migraña, ese dolor de cabeza tan molesto que a veces sentimos, ya que se ha comprobado que tomando magnesio se pueden reducir tanto la cantidad como la intensidad de esos ataques. Al equilibrar también los niveles de otros nutrientes básicos en la sangre, el magnesio nos ayuda a mejorar nuestra salud vascular. Y por si esto fuera poco, su función dentro del fortalecimiento de nuestro sistema óseo también es crucial, ya que mejorará la obtención y metabolización del calcio, que será indispensable para nuestros huesos.
¿Cuánto magnesio hay que tomar al día?
Ya apuntábamos arriba que el magnesio es un nutriente que suele encontrarse en una gran variedad de alimentos dentro de lo que consideramos como una dieta sana, así que no es habitual encontrar un déficit de magnesio en nuestro día a día. La cantidad de magnesio recomendada en adultos está entre los 350 y 300 gramos para hombres y mujeres, algo que se alcanza fácilmente a través de una dieta mínimamente equilibrada. Sin embargo, hay quien ha descubierto las bondades de este nutriente y ahora quiere recibir un aporte aun mayor, a través de suplementos, con la idea de que si algo es bueno, un poco más será mejor. Esto puede llegar a ser contraproducente cuando el aporte de magnesio supere con mucho al necesario, ya que nuestro cuerpo no lo necesitará y puede llegar a ser perjudicial para nuestro metabolismo.
Alimentos con magnesio
Seguir una dieta sana y equilibrada, con todo tipo de alimentos y sin abusar de los que sabemos que no son precisamente nutritivos, es la mejor forma de encontrar el punto perfecto en la ingesta de magnesio, de una manera natural, además, sin tener que recurrir a ningún tipo de suplemento. En el momento en el que sintamos que necesitamos un poco más de magnesio, porque tengamos problemas en los huesos, o nuestro metabolismo esté empezando a fallar, solo tendremos que aumentar un poco la ingesta de estos alimentos, para conseguir nuestro objetivo. Y no será nada complicado porque, como comprobarás, hay un montón de alimentos disponibles con buenos aportes de magnesio.
El mayor aporte lo encontramos en alimentos de origen vegetal, especialmente en las verduras de color verde oscuro, ya que este componente se encuentra presente en la clorofila, que pone de este color los alimentos. Las pipas de calabaza y de girasol, el cacao, la quinoa, el arroz integral, la espinaca, las judías, las lentejas o los garbanzos son fuentes magníficas de este mineral, que también podemos encontrar en los lácteos, aunque con un aporte mucho menor. Con apenas 100 gramos diarios de cualquiera de los alimentos mostrados ya obtendríamos el aporte diario recomendado, por lo que no resultará complicado conseguirlo, teniendo en cuenta que son alimentos bastante comunes en una dieta equilibrada, y que además nos aportan otros muchos beneficios más allá de los que el magnesio nos ofrece.