La enorme cantidad de nutrientes, vitaminas y minerales que consumimos a lo largo de nuestra vida, a través de las dietas habituales, muchas veces nos pasa desapercibida porque no nos interesamos a fondo por saber exactamente que estamos ingiriendo. Simplemente sabemos que tal o cual alimento es bueno para la salud, precisamente porque nos aporta muchos nutrientes, por ejemplo, pero en la mayoría de casos no sabemos discernir cuáles son ni cómo nos benefician realmente. Solo cuando nos ponemos a estudiar a fondo todo lo que tiene que ver con este tipo de aportes encontramos esa información y somos capaces de entender porque unos alimentos son muy recomendados mientras otros se quedan algo más apartados, precisamente debido a su nulo aporte vitamínico, por ejemplo. Existen multitud de minerales que son imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo, y su importancia en la alimentación cada vez es mayor.
El magnesio, por ejemplo, se ha hecho bastante popular en los últimos tiempos. Es curioso porque este mineral siempre ha estado presente en nuestra alimentación, en muchos de los alimentos que tomamos desde hace décadas, pero pareciera que solo ahora se le da el lugar que le corresponde, tal vez por moda, más que por otra cosa. En momentos concretos, uno de estos minerales destaca sobre el resto y ya solo encontramos artículos sobre ellos, hablándonos de sus bondades y exponiéndolos como la auténtica solución para obtener una alimentación sana y equilibrada. Y sin llegar a ser ese remedio milagroso que muchos parecen querer vender, el magnesio sí que posee muchos beneficios para nuestro cuerpo, y su aporte es imprescindible para el buen funcionamiento del organismo, como vamos a comprobar a continuación, exponiendo todo lo que este mineral puede hacer por nosotros y aclarando qué cantidad es aconsejable tomar, ya que muchos, al saber de sus beneficios, optan por “potenciarlos” con suplementos, algo que no siempre es tan positivo.